Delicious LinkedIn Facebook Twitter RSS Feed

Sábado

Luego de una larga fila
por fin llega La Diosa,
avisando
que los Sábados no son para dormir.
No la entendemos
en el ruido del local,
pero si la vemos jugar
como no lo hace en la semana
cuando sólo es una estudiante.
Nos avisa donde va a estar,
pide que llevemos amigos
que no fallemos esta vez.
Se va,
dejando un perfume que ahorca
y una alegría tibia
que recuerda que hay gente
que no trabaja los Sábados a la noche.


0 comentarios:

Publicar un comentario