Podrían haber sido otra cosa,
pero el destino está marcado por el sustantivo:
Changos o carritos,
han sido condenados
a morir en el local.
A veces los niños
ignoran la sentencia
y los convierten en autos de carreras
o pequeños barcos.
Nosotros miramos mal,
los padres retan
y ya no hay juegos,
sólo jaulas.
Suelen andar en la noche,
llevan cartones
o actúan de tachos de basura.
No imagino un robo,
creo que escapan.
0 comentarios:
Publicar un comentario