Delicious LinkedIn Facebook Twitter RSS Feed

Azúcar

(A Pablo Neruda)


Vinisite a tomar un café,

sabías de mi falta
y por eso trajiste
una bolsa de azúcar.
Yo lo tomé como lo que era:
un regalo maravilloso,
en una bolsa me habías traído
el hielo imposible de las selvas
la arena de desiertos sin pena,
una dulzura que se entrega sin caprichos
como la caricia de una madre
o la lluvia del verano.
Mientras se calentaba el agua
puse el azúcar en un simple jarro de ceramica
urna funeraria de cenizas de cristal,
luego serví café
café negro y oscuro como una mentira,
le agregué apenas una cucharada
de esa escarcha magica.
Y el mundo fue más dulce.


0 comentarios:

Publicar un comentario